Clavos, que en esta escultura modular nos recuerdan que a veces tenemos que unirnos forzosamente para lograr un objetivo común, hendiduras y perforaciones que nos hablan de que no siempre son fáciles estos caminos que tomamos ni los objetivos que nos marcamos.
Escultura modular
Es una evocación al cambio de vida, una ruptura con lo que veníamos haciendo que ni nos funcionaba ni nos satisfacía. Son un punto y a parte, el comienzo de una nueva etapa, el manifiesto de un comienzo. Materiales contradictorios, de nuevo algo natural y algo frío y manipulado, la combinación de nuestros días, de nuestra forma de vida, nos gusta pasear por un bosque bajo la lluvia, pero también poder retrasmitirlo con nuestro móvil. Nos gusta la lechuga, pero en su bolsa y sin bichos. Invertimos mucho tiempo en ganar mucho dinero para luego gastarlo en ganar tiempo.
Al principio ideé estos elementos como bases para unas esculturas de mesa. Al tomar las primeras imágenes tuve una visión diferente, se me aparecieron encima de una cama a modo de mural, de escultura modular, encima de un sofá o a la entrada de una casa u oficina. Dada su estructura se adaptarían fácilmente a diversas medidas de cama y cabecero. Están realizados en madera recuperada de muebles antiguos y planchas de aluminio combinados con clavos, algunos añadidos, otros ya estaban. Se pueden realizar en diferentes formas aunque la base es siempre la misma, madera, aluminio y clavos.
He ido añadiendo nuevos modelos que se pueden combinar, de ahí su definición como escultura modular. Me sugieren mis pasiones la lectura y la música, libros, teclas de piano, planchas perforadas que traen recuerdos de organillos en mis paseos por el centro de Madrid…